martes, 26 de septiembre de 2017

Gladiator School


¿Tu gladiador campeón pide una cama mejor o se cabrea? ¿El escuchimizado esclavo que usas para barrer te dice que quiere combatir en la arena? ¿No será mejor construir una granja de cerdos en vez de comprar la carne en el mercado? ¿Amplias tu domus o construyes una serrería para tener madera? Ay, dioses, cuántos dilemas… pero así de realista y tan poca glamurosa es la vida de un lanista en Gladiator School.


 Este juego todavía está en construcción, pero sus creadores, Raptor Claw Games, lo actualizan y amplían cada poco tiempo con mimo y atendiendo a los consejos de los jugadores. Es una pequeña maravilla indie, que pese a sus gráficos de comic delirante, muy acordes con el humor del juego, te sumerge como pocos en el mundo de las Familias Gladiatorias.

Sencillo menú de inicio para un juego complicadillo

 Pretende en el futuro ser un juego mayor, en el que no solo dirijas una empresa de gladiadores, sino también la cría de animales salvajes para la arena y un equipo de cuadrigas para el circo. Será, por tanto, un juego de gestión de espectáculos romanos en su totalidad. El primero que se intenta. Una meta que ya veremos si alcanza, pero va en buen camino.
Por ahora (versión 0.82) gestionas una familia de gladiadores ya a un nivel superior al de Age of Gladiators.
Al principio, eliges la personalidad de tu lanista entre un puñado, con diferentes ventajas cada una. Luego el símbolo y la especialidad en armas de tu escuela, lo que dará bonus a los gladiadores que usen esa clase de armas.
Y ya está. Entras en el mundo de la gestión de gladiadores.

Domus y zona de entrenamiento. Se puede ir ampliando hasta una gran mansión.

El tiempo pasa hora a hora, día a día. Es muy realista, aunque se puede adelantar.
Acoges, entrenas, alimentas y mandas a pelear (o no) a esclavos que compras en tus visitas al mercado. Aparte construyes aparatos de entrenamiento, camas, baños, sala de curas y un porrón de cosas más, incluida la cárcel, mientras les das diferentes empleos en tu domus a tus guerreros: cocinero, carpintero.., porque hay que trabajar y no solo pelear. Aunque algunos se quejen de trabajar como esclavos. Pero van ganando experiencia en esos trabajos y, a veces, preferirás que sigan con su oficio en vez de enviarlos a la arena. Es el día a día de un lanista. Todo en un ambiente de gráficos infantiles, que dotan de comicidad al juego.

Se pueden construir diferentes granjas y talleres.

Por supuesto, necesitas ayudantes especialistas, como ojeadores, médicos y entrenadores para que la cosa vaya bien. No todo vas a dejarlo en manos de brutos psicópatas.

Agrandando la escuela para meter a más psicópatas

Cada gladiador tiene unos atributos y personalidad. Los atributos son tres: resistencia, daño y salud. No hay más ni hacen falta, en mi opinión. Se pueden mejorar mediante diferentes entrenamientos con el paso del tiempo, pero siempre es mejor comprar esclavos con una buena base… aunque sean carillos. Luego están su moral y personalidad, que son igual de importantes.

Cada gladiador tiene muchas pestañas de opciones. No es tan sencillo como parece.

El juego te permite dejar a los gladiadores que vivan a su aire o dirigir paso a paso sus vidas. Al principio es mejor darles órdenes personalmente, pero si tu negocio aumenta y crecen en número, habrá que escoger a quién quieres poner en “automático” y a quien dirigir en su progresión hacia la gloria. No será fácil la decisión, pero siempre se podrá cambiar en cualquier momento.

 El juego permite escoger entre tus chicos a  "campeones”, que darán todo en la arena, pero se volverán caprichosos y orgullosos. Quizá demasiado, negándose a trabajos, exigiendo un sueldo y más comodidades. Cuidado con el que se llama “Spartacus”, que lo hay… y es mejor no comprarlo.
A los gladiadores puedes comprarles armas y armaduras en el foro para mejorar sus atributos. También por la noche, en el mercado hay cierto personaje que te puede vender cosas ilegales, como drogas que potencian la fuerza de tus chicos.
A la hora de participar en combates, hay varias arenas. Desde la fosa (the pitch) hasta el anfiteatro, pasando por el foro.

La fosa, donde se curten los futuros campeones.

En la fosa es donde tus chicos van ganando fama (más público en sus combates) y aumentando el nivel según las victorias. En el anfiteatro peleas por ganar la liga de gladiadores, que la hay, y ascender a la siguiente liga o ganar el campeonato absoluto. Ahí debes mandar a gladiadores ya con cierto nivel, si es posible, a tus campeones. Finalmente, en el foro es donde resuelves los desafíos que te mandan otros lanistas.

La liga de gladiadores, donde tu equipo asciende y se gana el jornal.

 Antes del combate puedes dar un discurso a tu chico, mientras espera en los vestuarios, y decirle cómo debe comportarse, si a la defensiva, al ataque o a su aire. También le dices que es lo que le espera si pierde o gana. Puedes ser amenazante, prometiendo un castigo si pierde, para que se arriesgue a por todas, o ser más indulgente… o prometer dinero por la victoria. Sus atributos para la pelea cambiarán a mejor o peor según actúes y la personalidad de tu gladiador.

De vez en cuando, hay que hablar a los chicos.

Los combates son automáticos, pero ves pelear a tus chicos en animaciones muy coñeras que duran pocos segundos. Hay un medidor del favor del público que te va diciendo si a los espectadores les gusta o no cómo se comporta tu chico.
También puedes enviar a gladiadores a combatir sin necesidad de ver el combate.

Esperando el combate en los sótanos del anfiteatro

Por cada victoria recibes diferentes cantidades de dinero, aparte de un porcentaje de la entrada, y puede que algún regalo ocasional, desde una mejora extra para tu gladiador, un casco, un arma o hasta un león, que por ahora solo puedes vender en el mercado.
Las derrotas no implican la muerte de tu chico, normalmente. Pero si una larga recuperación y el gasto en cuidados, según sus heridas.

Un combate "decente", según el público.

También puedes pedir dinero para que la gente observe entrenar a tus gladiadores en tu domus. Ya que recibirás visitas de aficionados… y de bandas de sicarios que asaltarán tu negocio y lucharán con tus chicos para saquear casi todo (aunque es una opción que puedes suprimir al empezar).
 Si construyes un determinado edificio, puedes recibir peticiones del emperador para enviar a tus gladiadores a luchar en la frontera o trabajar en una mina. Suelen dar dinero, pero también pueden ser peligrosas y mientras se realizan no puedes usar a los gladiadores enviados.

Contratos para ganar más dinerillo

Los otros lanistas también te retarán a duelos… o te ofrecerán ofertas irresistibles por tus campeones.
Al final, todos acaban en el cementerio y hay que pagar el entierro. Más gastos que padecer.
Por otra parte, el juego también tiene su historia o campaña, que puedes seguir o dejarla de lado. Es una historia de venganza de tu lanista contra el emperador, en la que debes tratar en la taberna de la ciudad con singulares personajes y cumplir sus misiones hasta vengarte. Pero ojo, el juego acaba si lo consigues.

En la taberna hay una fauna de cuidado.

Y con todo esto ya hecho, el juego no está completo todavía. Ni siquiera está a la mitad, según afirmab sus creadores. ¿Podrán cumplir su meta de crear el manager total de espectáculos romanos?

Ojalá. Pero el juego, si quieres ser un lanista lleno de preocupaciones y retos, en un ambiente semejante al de South Park, ya es recomendable al 100%.   

Échale un ojo en su página de Steam

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